domingo, 13 de junio de 2010

La intervención psicopedagógica en el ámbito ecuestre


En un artículo anterior a este, comenté la importancia del psicopedagogo en el ámbito del deporte. Un psicopedagogo que tenía que ser capaz de revalorizar el aspecto educativo del deporte, ser mediador entre los distintos agentes sociales que conforman un club deportivo (instituciones, clubes, entrenadores, deportistas, etc.) y conseguir o facilitar la formación de sujetos integrales para mejorar en el día a día.

El tema que quiero tratar en este artículo es el del ámbito ecuestre y como podría intervenir un psicopedagogo en algunas de las modalidades que tiene este deporte para la terapia de pacientes con algún tipo de necesidad educativa especial.

En primer lugar voy a hablaros de la equitación terapéutica, que es cuando nos referimos a la equitación con una finalidad rehabilitadora específica, en ella se pretende que el movimiento y la relación con el animal tengan sobre el jinete o amazona una influencia terapéutica individualizada.

Dentro de la equitación terapéutica encontraríamos la hipoterapia que se basa sobre todo en los movimientos del caballo y observar las respuestas que producen en nuestros jinetes. Pero es aquí donde quiero ver que estas respuestas tienen que ser observadas por psicopedagogos, técnicos, fisioterapeutas, psicólogos, logopedas, los cuales van a analizar y evaluar las respuestas que dé el paciente a esos movimientos que hace el caballo, para poder así modificar posturas y adaptar el paso del caballo a las necesidades terapéuticas del paciente.

En la hipoterapia podemos distinguir la hipoterapia activa y la pasiva. En la pasiva el paciente aprovecha el calor corporal del équido montándolo y en la activa se añade la hipoterapia pasiva más la realización de ejercicios neuromusculares por parte de nuestro jinete, para mejorar aspectos como la coordinación psicomotora, simetría corporal, equilibrio, tono muscular, etc.

Los efectos terapéuticos que conseguiremos con la hipoterapia son numerosos y entre ellos encontraríamos el beneficio en el:

Área neuromotora

  • Regulación del tono muscular
  • Inhibición de reflejos tónicos y movimientos asociados
  • Grabación y automatización del patrón de locomoción

Área sensomotora

  • Desarrollo de la sensopercepción táctil
  • Desarrollo del sistema propioceptivo
  • Fomento de la integración sensorial (táctil, visual, auditiva)
  • Desarrollo de la conciencia e imagen corporal

Área psicomotora

  • Estabilización del tronco y la cabeza
  • Desarrollo del equilibrio horizontal y vertical (Estimulación del sistema vestibular)
  • Construcción de la simetría corporal
  • Fomento de la coordinación psicomotriz gruesa y fina
  • Desarrollo de la lateralidad
  • Incremento de la flexibilidad, agilidad y fuerza muscular

Área sociomotora

  • Desarrollo de la comunicación análoga, verbal y meta-comunicación
  • Aumento de la concentración de la atención
  • Confrontación de temores personales
  • Incremento de autoconfianza y autoestima
  • Desarrollo de la voluntad
  • Aumento de la capacidad de adaptación
  • Disminución de la agresividad
  • Desarrollo del comportamiento cooperativo
  • Desarrollo de la responsabilidad.

    La importancia del psicopedagogo gracias a su formación en aspectos como en intervención con alumnos con necesidades educativas especiales, psicoterapias, educación para la salud y así una larga lista de de conocimientos que posee un psicopedagogo, sería la de coordinar los distintos profesionales que intervienen en la hipoterapia, formar a monitores y técnicos en los distintos trastornos del desarrollo que se pueden encontrar con sus jinetes, buscar junto con el fisioterapeuta los ejercicios más adecuados para realizar con los pacientes.

    El tipo de paciente que nos vamos a encontrar requiere una serie de atenciones “especiales” que deben ser conocidas por todos los profesionales que intervienen en la terapia y quién mejor para formar a estos profesionales que un psicopedagogo que a lo largo de su carrera ha ido adquiriendo los conocimientos necesarios para “enfrentarse” a estas situaciones.

    El psicopedagogo debe hacer de esta terapia, una equitación inclusiva, la actividad motriz implicada en la monta del caballo reportará una serie de experiencias y vivencias cinéstesicas, visuales, auditivas y táctiles difícilmente alcanzable por otros medios, sin olvidarnos de los aspectos cognitivos, emocionales y sociales, implicados en el trabajo con animales, máxime cuando se plantea una metodología de trabajo cooperativa. Utilizaremos el caballo como agente posibilitador que implementará la acción motriz, la acción terapéutica y la acción lúdico deportiva.




    El psicopedagogo encargado de estas terapias tiene que dar una visión a toda la sociedad de que el jinete con necesidad educativa especial, es capaz dentro de sus posibilidades, pertenecer a un centro ecuestre normalizado e incluso llegar a montar con jinetes en una clase “normal”. Es aquí donde el profesional de la psicopedagogía tiene que tener el papel de concienciar a la sociedad que todo con esfuerzo y trabajo se puede conseguir, que estos jinetes se sientan cómodos en el ámbito y la realidad en la que se ven envueltos.

    Uno de los problemas a la hora de practicar la hipoterapia sería el condicionante social, con esto me refiero a que la equitación está considerada un deporte de élite y poco accesible por los costos derivados de su práctica, el psicopedagogo debería encargarse de diseñar programas de trabajo y hacerlas llegar a las instituciones municipales, es decir, hacer de mediador entre la escuela ecuestre y la institución. El uso del caballo con fines terapéuticos normaliza la presencia de niños con discapacidad y abre las puertas hacia una práctica integradora.

    La labor fundamental del psicopedagogo es la de orientar o lo que es lo mismo guiar y aconsejar por el camino más adecuado, para ayudar a que la persona se forme de la mejor manera posible y en este caso para que nuestros jinetes se sientan seguros con las terapias y ayudas que les brindamos, por eso quién mejor ayudante que un caballo para ayudarnos a “guiar” a esos jinetes que requieren de nosotros para mejorar integralmente.



Francisco Javier Pérez Giménez

jueves, 10 de junio de 2010

La Orientación escolar.


LA ORIENTACIÓN ESCOLAR

El papel que la LOE asigna a los orientadores es imprescindible para la evaluación psicopedagógica, para acceder a los programas de integración o compensatoria, programas de aprendizaje básico (PAB), programas de refuerzo, orientación y apoyo (PROA), diversificación curricular o programas de cualificación profesional inicial. (PCPI).

Juan Antonio Planas Domingo es presidente de la Confederación de las Organizaciones de Psicopedagogía y Orientación de España (COPOE), a la que pertenece la Asociación Psicopedagógica de Ceuta. A través de sus respuestas, acercaremos a los lectores ceutíes a la Orientación Escolar.

¿En qué consiste la orientación educativa?

La Orientación educativa es importantísima en el sistema educativo actual. Los orientadores son la pieza clave para detectar a tiempo cualquier problemática educativa o personal en los alumnos, asesorar al profesorado y a las familias. El nuevo rol de la orientación debe ser mucho más ambicioso dirigido a la formación y al asesoramiento al profesorado tanto a nivel individual como colectivo, y no tanto a las intervenciones clínicas centradas en unos pocos alumnos.

En la nueva dimensión de la orientación debe abarcar a toda la comunidad educativa, es decir, a la totalidad de los alumnos, de los profesores y a las familias. En ese sentido se puede aprovechar nuestra formación psicopedagógica y experiencia docente en la formación inicial del profesorado tanto de infantil y primaria como de educación secundaria.

¿Cuál es el futuro de la intervención psicopedagógica?

Debe ser más sistémica y preventiva. Por ello, la intervención ha de ser menos clínica, basada en unos pocos alumnos, y más psicopedagógica con intervenciones globales y conjuntas con el resto del profesorado. Por ejemplo, en lugar de incidir exclusivamente en un alumno con problemas de hiperactividad y déficit de atención es preferible que la intervención sea a nivel de aula teniendo en cuenta a todos los alumnos que también pueden contribuir a ayudar al alumno con problemas.

Se está observando que la orientación cada vez va a ser más importante en la sociedad del futuro. Ahora, cuando se está desarrollando la LOE, los profesionales de la educación vemos prioritario que se tengan más en cuenta las medidas preventivas. Es necesario intervenir en los problemas antes de que se hagan más serios e irresolubles. Por mi experiencia de más de 20 años como maestro y como orientador he comprobado que cuanto antes se incida en cualquier problema educativo, por ejemplo en las dificultades en la adquisición de la lectoescritura, mejor pronóstico tiene el futuro. No es lo mismo dar clase a un grupo homogéneo que a otro heterogéneo, con diferentes capacidades y rendimiento tanto por debajo como por arriba. Hay que asesorar al profesorado en cuanto a problemáticas que antes no existían o se desconocían. También precisan orientación en temas como: materiales específicos para trabajar en la diversidad, agrupamientos más reducidos, las nuevas tecnologías aplicadas a la educación, información sobre instituciones especializadas, mejora de la tutoría, medidas para mejorar la convivencia en la comunidad educativa, etc. Igualmente, pautas educativas para trabajar con los alumnos discapacitados, grupo que presenta una grandísima variabilidad en cuanto a la tipología, los requerimientos y los programas de intervención a desarrollar con ellos, así como una necesidad importante de coordinar las actuaciones de todos aquellos profesionales que trabajan con estos alumnos.

¿Qué percepción tiene el profesorado sobre el trabajo de los orientadores?

La mayoría del profesorado no sólo nos ve imprescindibles para que funcionen correctamente los centros educativos, sino que con frecuencia ellos mismos nos solicitan asesoramiento y orientación. No es lo mismo dar clase a un grupo homogéneo que a otro heterogéneo, con diferentes capacidades y rendimiento tanto por debajo como por arriba. Porque frecuentemente nos olvidamos de los alumnos con altas capacidades donde la orientación es tanto o más importante. Hay que asesorar al profesorado en cuanto a problemáticas que antes no existían o se desconocían, como el déficit de atención, la hiperactividad, las ludopatías, la anorexia, la bulimia o la drogadicción. También precisan orientación en temas como: materiales específicos para trabajar en esa disparidad, agrupamientos más reducidos, las nuevas tecnologías aplicadas a la educación, información sobre instituciones especializadas, etc. Por eso cada vez se nos valora más y la aceptación entre el profesorado es mayor.

¿Cuándo deben intervenir los orientadores?

Apostamos por que un alumno tenga una atención especializada desde el principio, si es en Infantil mejor que en Primaria. Porque si no, el alumno tiene problemas de autoestima, cada vez tiene menos perseverancia en su trabajo, los padres empiezan a desmotivarse porque su hijo no obtiene resultados positivos a pesar del esfuerzo y algunos profesores dejan de lado a esos alumnos con más dificultades. Como orientadores pensamos que si se invirtiera más en los profesionales dedicados a esta tarea (orientadores, profesores de PT, de AL, de Compensatoria y Trabajadores Sociales) se ahorraría muchísimo dinero y también supondría mejorar el estado anímico de los alumnos. Sin duda alguna, estas medidas en el futuro también redundarían en la mejora de la convivencia entre los alumnos.

Otro aspecto a considerar es que la escuela ahora es mucho más compleja que hace años, en el sentido de que la heterogeneidad del alumnado es mayor que nunca. Aunque la LOE establece un marco general aceptable, a nivel de orientación está apenas desarrollada. Por otro lado, en España disponemos de un complejo sistema de orientación dependiendo de cada Comunidad Autónoma. En Infantil y Primaria existen orientadores que están a tiempo completo en determinados centros y en otras comunidades están integrados en equipos de orientación que atienden esporádicamente a cada centro. En Educación Secundaria el modelo es más homogéneo (salvo en Cataluña) a través de los Departamentos de Orientación. En general en infantil y primaria, el trabajo fundamental es de diagnóstico, en secundaria se dedica más tiempo al asesoramiento de los alumnos tanto personal como académico y profesional.

¿Cuáles son las propuestas del colectivo de orientadores para el futuro inmediato?

Según informes del propio Ministerio de Educación el fracaso y el abandono escolar no están disminuyendo. Al contrario van en aumento. A mi parecer son dos de los problemas más importantes del sistema educativo español. Con frecuencia se ha gastado demasiada energía en debates estériles que no tienen nada que ver con las preocupaciones reales de la sociedad. Para el colectivo de orientadores es imprescindible adaptarnos a las nuevas necesidades del alumnado y de la sociedad actual. Por tanto, las metodologías deberán ser más participativas por parte del alumnado. Habrá que tener en cuenta el aprendizaje cooperativo y colaborativo. Los alumnos de hoy en día aprenden más por la vía visual que por la auditiva y están familiarizados con las nuevas tecnologías. La metodología y los contenidos actuales no pueden permanecer ajenos a esta realidad.

En cuanto a la formación inicial y permanente del profesorado es imprescindible que se tenga en cuenta la formación psicopedagógica. Por eso planteamos que los orientadores podemos y debemos contribuir a la formación del profesorado. El modelo de orientación que planteamos es el de una Orientación de calidad para toda la comunidad educativa y a lo largo de toda la vida. Por tanto, habría que contemplar de igual manera la orientación en los centros de personas adultas, en la Universidad y en las Enseñanzas Artísticas. Independientemente de la etapa, no es de recibo que un solo orientador deba atender a más de 1.000 alumnos con sus respectivas familias. Tal como recomienda la UNESCO, sería necesaria una ratio de un orientador por cada 250 alumnos.

Fuente: Anpe

La orientación académica y profesional


LA ORIENTACIÓN ACADÉMICA Y PROFESIONAL

Esta semana vamos a aprovechar este espacio para profundizar en una de las áreas de interés prioritario de la Psicopedagogía, que es la orientación académica y profesional que, generalmente, se lleva a cabo en institutos de Educación Secundaria a través de los conocidos Departamentos de Orientación.

Partimos de la idea de que el ser humano necesita orientación y, en todo caso, ayuda para orientarse. Entre los aspectos más novedosos y destacados del actual sistema educativo, se encuentra la necesidad y conveniencia de la Orientación como un elemento esencial que favorece la calidad y mejora de la enseñanza.

En realidad, esta conveniencia y necesidad de la orientación, aunque pueda parecer una novedad, no lo es. Cuenta ya con un siglo de historia en algunos de los sistemas educativos más evolucionados. Incluso es preciso afirmar que nuestro país cuenta con una importante tradición orientadora desde hace varias décadas.

La orientación académica y la orientación profesional se hallan estrechamente vinculadas, ya que los estudios académicos se proyectan siempre hacia una profesión o grupo de profesiones. Para realizar una orientación adecuada en todos estos campos, a menudo, se disponen de unos recursos, más o menos estructurados. Dicha orientación, según el momento que se planteaba y las circunstancias, podía tener un carácter preventivo (proactiva) y/o resolutivo (reactivo), siendo el orientador quien daba pautas de intervención que ejecutaban los propios profesores tutores. En algunos casos, si las circunstancias lo requerían, además de intervenir el profesor tutor intervenía un profesor especializado. El orientador, pues, relacionado con el cuadro pedagógico del centro, podía ofrecer recursos de intervención individual y grupal aportando técnicas y recursos propios de su formación y de su vinculación con otros especialistas.

En estos momentos esta acción orientadora ha adquirido una gran complejidad ya que la variabilidad de situaciones, la amplitud de necesidades, las situaciones que se generan con la flexibilidad curricular y las demandas que surgen para poder dar respuesta a la diversidad de los alumnos, implican la presencia de un profesional especializado: el Psicopedagogo (no siempre presente).

Por tanto, se pone en evidencia que esta orientación no da respuesta a las necesidades de toda la población, por lo que es imprescindible la actuación directa de una persona, el tutor, que, estando estrechamente vinculado con el grupo, pueda hacer un seguimiento adecuado a todas las situaciones que se presenten. En este caso, el Psicopedagogo podrá completar la acción tutorial con un análisis más exhaustivo tanto de variables como de implicaciones, recursos y alternativas, pero en ningún caso sustituirle.

La orientación que debe recibir el alumnado en los centros educativos se dirige a tres ámbitos: el personal, que consiste en un proceso de ayuda al sujeto con la finalidad de que tenga un suficiente conocimiento de sí mismo y del mundo que le rodea para que sea capaz de resolver los problemas de su vida; en segundo lugar, el ámbito académico, que hace referencia al proceso de ayuda técnica dirigido a la persona con el fin de mejorar el rendimiento académico, el desarrollo de aptitudes y la adaptación al centro docente; y, por último, y no por ser menos importante, el ámbito profesional, que tiene como finalidad favorecer el desarrollo de la capacidad de autoconocimiento, toma de decisiones y de búsqueda activa de información de tipo académico y profesional, de tal modo que el alumno pueda efectuar un proceso personalizado, activo y crítico de elección académica y de inserción laboral.

Los estudiantes de los centros de Educación Secundaria tienen que tomar decisiones que afectarán a su futuro de manera importante, concretamente las que se refieren a sus estudios y a su futura profesión. El alumno, sin embargo, no suele ser consciente de la importancia que tiene elegir bien entre opciones académicas y profesionales. Este tipo de transición está preocupando a las instituciones, por lo que se está tratando a través de propuestas, programas, etc., de ayudar a los jóvenes para pasar a la vida activa. Cada vez más es imprescindible, entre el mundo educativo y el laboral, mantener una estrecha colaboración y permeabilidad entre la institución educativa y la sociedad, donde la información, la formación, la orientación y el asesoramiento van a jugar un papel predominante en aspectos de políticas de empleo, en formación, en nuevas tecnologías, en nuevas profesiones, en intercambios de experiencias…

En última instancia, se persigue que el propio alumno tome las decisiones; es decir, la “auto-orientación”, aunque en este proceso será muy importante el asesoramiento que pueda prestar el profesorado, especialmente el tutor/a, así como la familia y el orientador.

Para terminar, hay que señalar que, aunque nos hemos centrado en la etapa educativa de secundaria, la orientación es un proceso de carácter psicopedagógico que se lleva a cabo en diversos momentos y situaciones a lo largo de toda la vida, incluso, por poner un ejemplo, durante la transición del trabajo a la jubilación.

Farah Mohamed Chaib

Fundamentos del aprendizaje II


FUNDAMENTOS DEL APRENDIZAJE II

Si bien las teorías del aprendizaje son de gran utilidad para el profesional, es preciso señalar sus limitaciones para desalentar las falsas expectativas que a veces aparecen en los profesionales que han hecho un curso de Psicología del Aprendizaje. Si bien todas las teorías son útiles, no puede esperarse que todas las actividades que se realicen en la sala de clases deban ser inspiradas solamente por una determinada teoría del aprendizaje.

Hay que entender que una teoría del aprendizaje, cualquiera que sea, no puede proporcionar principios únicos y aplicables a todas las situaciones que se presentan en la práctica educativa. La intención del presente módulo es proporcionar una visión de las principales corrientes acerca del aprendizaje, a fin de que el profesional pueda utilizar aquella explicación que le parezca más adecuada a su particular situación psicoeducativa o profesional. Por otra parte, creo que en la medida que el profesional conozca las explicaciones científicas acerca del aprendizaje, podrá explicarse muchas de las prácticas educativas con las que él mismo fue educado y que, muy probablemente, inspiran sus actuales funciones.

Antes del siglo XX, tres grandes tipos de teorías del aprendizaje orientaban la práctica educativa. Algunos filósofos y educadores planteaban que la educación era básicamente un proceso de disciplina y adiestramiento de la mente. Para ellos, por lo tanto, las facultades mentales debían ser ejercitadas de la misma manera como los deportistas ejercitan sus músculos para hacerlos desarrollarse. Éste es el fundamento de la teoría llamada “Disciplina Mental”.

Otros pensadores, como por ejemplo Juan Jacobo Rousseau, partían del concepto de un hombre intrínsecamente bueno que debe vivir lo más posible en contacto con la naturaleza; esta teoría, llamada del “Aprendizaje por medio del Desarrollo”, no concedía mayor importancia al proceso de la instrucción, considerando que las capacidades innatas del ser humano pueden desenvolverse apropiadamente sin necesidad de sufrir la influencia

de la sociedad, que cumple más bien un papel corruptor en el individuo.

La teoría anterior al siglo XX más influyente en la educación es, sin lugar a dudas, la de Johann Herbart, filósofo alemán que desarrolló una psicología sistemática del aprendizaje, dando una gran importancia a los aspectos mentales que intervienen en el aprendizaje. Es una teoría de tipo

asociacionista que da principal relevancia al papel del interés en los procesos de aprendizaje. Un especial aporte de la teoría de Herbart, también llamada “Teoría de la Percepción” consistió en una sistematización de los pasos que deben seguirse en la enseñanza con el fin de que el aprendizaje sea efectivo.

Finalizando el siglo XIX, más precisamente en 1879, Wilhelm Wundt formó el primer laboratorio destinado al estudio experimental de los fenómenos psicológicos. La fundación de este laboratorio en la ciudad de Leipzig, Alemania, contribuyó a que la psicología adquiriera patente de ciencia. En palabras de Maurice Reuchlin, psicólogo francés, “... quien estableció definitivamente la autonomía de la psicología experimental fue indiscutiblemente W. Wundt (1832-1920). Señaló netamente sus orígenes...” (Reuchlin, 1964) y en otra parte el mismo Reuchlin dice “La importancia de la obra de Wundt no consiste solamente en la obra en sí misma, sino en el hecho de que las grandes corrientes que han influido en el desarrollo posterior de la psicología experimental pueden ser presentadas como reacciones contra ciertas características de su sistema. Para Wundt, el objeto de la psicología lo consistían las experiencias inmediatas del individuo, que son accesibles solamente a través de la introspección, método en el que se le solicita al mismo individuo que informe acerca de sus estados subjetivos".

La gran mayoría de las teorías del aprendizaje que surgen en el siglo XX reaccionan en contra de las posiciones de Wundt y rechazan el método de la introspección. Este método atentaba contra las raíces mismas de la investigación científica que exige, como garantía de la objetividad, que observadores independientes puedan controlar la validez y confiabilidad de la observación. Por otra parte, empiezan a tomar cada vez mayor importancia los experimentos realizados con animales, a los cuales es obviamente imposible solicitar que informen sobre sus estados de conciencia.

La labor experimental de Wundt estaba dirigida especialmente a investigar las sensaciones y las percepciones, sobre todo en lo que se refería a la visión y a la audición. Ese mismo interés por fenómenos de índole claramente fisiológica llevó a que fueran precisamente los fisiólogos de la época quienes combatieran con mayores argumentos la teoría de la introspección.

Tal vez el más destacado de los fisiólogos que reaccionó en contra de la subjetividad de las interpretaciones de una psicología basada en la introspección fue Iván Pavlov. La obra de Pavlov aportó a la psicología científica un aporte valiosísimo: la noción del reflejo condicionado.

El Condicionamiento Clásico. Los Reflejos.

Iván Pavlov (1849-1936), fisiólogo ruso, llegó a la psicología como por casualidad. La mayor parte de sus trabajos de investigación realizados en el Instituto de Medicina Experimental, del cual era Director, se orientaban a estudiar los procesos digestivos. Precisamente por esas investigaciones, recibió en 1904 el Premio Nobel de Medicina. Sin embargo, en el curso de los trabajos que lo llevaron a tan alta distinción, se produjo lo que podríamos catalogar como una “observación heurística”2 cuando, tratando de determinar las secreciones de jugos gástricos en perros a los que se les presentaba una porción de carne, observó que los pasos del empleado del laboratorio que portaba la carne que iba a ser utilizada en el experimento eran suficientes para provocar en los animales una secreción gástrica así como salivación. Pavlov denominó este fenómeno “secreción psíquica” y, a partir de 1900, emprendió su estudio sistemático. Durante 3 años examinó la secreción salival en los perros, hasta llegar a presentar en 1903 sus descubrimientos frente al Congreso Médico reunido en Madrid. Incluso durante sus investigaciones, Pavlov debió enfrentar la corriente introspeccionista tan fuertemente establecida a partir de Wundt: su ayudante más directo, Snarski, intentó entregar explicaciones “subjetivas” del fenómeno, llegando incluso a hablar de “deseos” y “sentimientos” del perro de laboratorio. Pavlov separó sendas con su ayudante y se mantuvo en el terreno estrictamente fisiológico; ello le llevó a plantear la noción de “reflejo condicionado”, que se encuentra en la base de la teoría del Condicionamiento Clásico.

Toda la obra de Pavlov se basa en el descubrimiento de los reflejos propios de la actividad de la corteza cerebral. El concepto de reflejo proviene del filósofo Descartes, a pesar de que en realidad éste no usó exactamente ese término. Pavlov se refiere con las siguientes palabras al concepto de reflejo:

“Hace 300 años, Descartes, considerando que la actividad de los animales, en oposición a la del hombre, era automática, estableció la noción de reflejo, acto fundamental del sistema nervioso. Toda actividad del organismo es la necesaria respuesta de éste a algún agente del mundo exterior, en la que el órgano activo se encuentra con el agente dado en una relación de causa a efecto, relación que se establece por medio de una determinada vía nerviosa.” (Pavlov, 1967).

Ya en 1750 se habían estudiado los reflejos de una rana decapitada, la cual reaccionaba a los pinchazos en la piel extendiendo sus patas. También en esa misma época, el escocés Robert Whitt describió el reflejo pupilar a la luz.

Sin embargo, hasta los estudios de Pavlov, el cerebro era terreno vedado para el estudio de los reflejos.


Fuente: Máster en Psicopedagogía Clínica (ITEAP).

Quique Rodríguez

Fundamentos del aprendizaje


FUNDAMENTOS DEL APRENDIZAJE

Desde nuestra primera aparición en este dominical, la curiosidad de algunos ciudadanos por conocer qué es la Psicopedagogía y qué tipo de profesionales somos los psicopedagogos se ha despertado, al menos en nuestro entorno. Nuestras respuestas a definiciones como: “sois psicólogos para niños” o “psicólogos de colegio” han sido variadas, aunque podemos resumirla coloquialmente en: “un psicopedagogo te llevará por el buen camino mientras estés aprendiendo algo”. Y siempre estamos aprendiendo.

Evidentemente, con una sola frase y, además, tan coloquial, no podríamos darle contenido a nuestra colaboración en este periódico, así que comencemos, de una manera más técnica, por “aprender qué significa aprender”.

La Psicopedagogía es la ciencia que permite estudiar a la persona y el entorno en el que se desarrolla su aprendizaje, según el ambiente o en diversos contextos dentro de la Educación. Por lo tanto, una de las funciones de los Psicopedagogos es ser gestor de aprendizajes constructivos en alumnos, escuela, comunidad, etc.

No obstante, el aprendizaje no se circunscribe solamente al ámbito de la educación, sino que se generaliza hacia todo lo que tiene relación con la formación de la personalidad total. Justamente por ello, la explicación del proceso de aprendizaje admite puntos de vista muy distintos, e incluso divergentes. Cada una de las teorías1 sobre el aprendizaje parece tener razón al menos en parte, lo cual muchas veces confunde a quien espera encontrar posiciones unificadas sobre materias tan relevantes para el profesional. Por otra parte, tal como existen diferentes teorías sobre los principios generales del aprendizaje, que pretenden explicar la casi totalidad de la conducta humana, existen también interpretaciones más restringidas, conocidas como “modelos”, que tienen un alcance más limitado y pretenden explicar sólo ciertos aspectos de la conducta como por ejemplo el aprendizaje del lenguaje. En esta unidad trataremos de plantear los temas clave del Aprendizaje así como revisar “a vuelo de pájaro” las teorías del condicionamiento del aprendizaje.

1.2. Conceptodeaprendizaje.

Si cualquiera de nosotros examina lo que ha sido su vida hasta ahora, descubrirá, sin lugar a dudas, que a lo largo de los años han ocurrido muchos cambios en él. Algunos de estos cambios se han desarrollado lentamente, mientras que otros han ocurrido de una forma casi explosiva. Sin embargo, cualquiera que haya sido la forma de aparición, son dos los medios por los que ocurren cambios en las personas: La maduración y el aprendizaje. La mayor parte de las veces, sin embargo, la causa del cambio es una combinación de ambos factores.


FUNDAMENTOS DEL APRENDIZAJE.

Se entiende por maduración un proceso de desarrollo caracterizado por una serie de cambios biológicos que deben ocurrir para que pueda presentarse una determinada función psicológica, si se dan las condiciones ambientales necesarias.

Maduración: El desarrollo de los patrones de comportamiento en una secuencia relacionada con la edad y determinada biológicamente. La función del educador en lo que respecta a los cambios de tipo maduracional es bastante restringida. Tal vez puede colaborar en permitir que se den, por ejemplo, condiciones de tipo nutricional que permitan una maduración normal de una función determinada; sin embargo, donde más puede influir el profesor en el cambio conductual de sus alumnos es en lo que respecta al aprendizaje.

El aprendizaje es el más importante de los fenómenos mediante los cuales nos adaptamos, nos modificamos y adquirimos competencias. Es un cambio en la vida de una persona que no está patrocinado por la herencia y que puede darse en todos los ámbitos de la conducta. Aunque existen numerosas interpretaciones teóricas del aprendizaje, las que incluso llegan a ser contrapuestas, la mayoría de ellas coinciden en la siguiente definición de aprendizaje:

El aprendizaje es un cambio más o menos permanente de la conducta que se produce como resultado de la experiencia. Ésta es una definición operativa del aprendizaje, el cual aparece como una “variable intermedia” o “constructo hipotético” que conecta la variable dependiente (el cambio de conducta) con la variable independiente (la experiencia). Es conveniente distinguir el aprendizaje –entendido como un cambio potencial de conducta– de la ejecución, que es la transformación de lo aprendido en conducta manifiesta.

Desde otro punto de vista, es decir, dirigiendo nuestra interrogante a los procesos que ocurren en la persona que aprende, esto es, en el aprendiz, creemos válido postular otra definición de aprendizaje, la que será desarrollada en sucesivos módulos de este bloque. Aprendizaje es el proceso por el cual una persona “que no sabe” (un novato o aprendiz), se transforma en una persona “que sabe” (un experto).

CUESTIONES CLAVE PARA LA PSICOLOGÍA DEL APRENDIZAJE.

Las interrogantes acerca de lo que se aprende y cómo se lo aprende, se remontan a los primeros filósofos griegos. Aristóteles, por ejemplo, postulaba que el aprendizaje se produce por asociaciones estrechas entre los elementos a ser aprendidos; es decir, un aprendizaje por contigüidad o por proximidad entre los elementos. Sostuvo que hay cuatro clases de conexiones o asociaciones que ayudan a la memoria: la contigüidad de una idea con otra, la sucesión de ideas en una serie, la similitud de ideas y el contraste de ideas.

La mayoría de los filósofos que se preocuparon por el tema del aprendizaje sostenían, sin embargo, posiciones opuestas a la de Aristóteles: suponían que el contenido del aprendizaje consiste en ideas o estructuras mentales, es decir cogniciones.

Dos posiciones absolutamente opuestas, que dan lugar a enfrentamientos teóricos entre los seguidores de la escuela conexionista (dado que la mayor parte de los psicólogos conexionistas proponen como objeto de la psicología las conductas manifiestas, esta escuela es también llamada conductista) y de la escuela cognitiva. Durante muchos años ambas teorías han dominado la escena de la interpretación del fenómeno “aprendizaje”; sin embargo, tanto en la escuela conexionista como en la cognitiva, hay numerosas variantes, de las cuales examinaremos solamente las principales.

Así, por ejemplo, los psicólogos conexionistas pueden dividirse entre aquellos que suponen como condición del aprendizaje el que los elementos aprendidos simplemente se conecten entre sí gracias a una proximidad o contigüidad (teorías de la contigüidad) y aquellos que suponen que las consecuencias agradables o desagradables que tenga la conducta serán las que determinen si ésta es aprendida o no (teorías del refuerzo).

Otro de los problemas principales a que se ven enfrentados los teóricos del aprendizaje es la cuestión de la importancia de la herencia y del ambiente en el aprendizaje. En general, los psicólogos conductistas opinan que es el ambiente quien produce fundamentalmente el aprendizaje. Así, por ejemplo, John Watson, creador de la escuela conductista en los Estados Unidos, planteaba que todas las diferencias humanas de capacidad así como de los rasgos personales, son producto del aprendizaje. En cambio, los teóricos de la Gestalt conceden una alta importancia al papel de los factores innatos o “naturales”.

Muchos de los experimentos que pretenden estudiar el aprendizaje han sido realizados en animales. Este es otro factor de discusión entre los psicólogos conductistas y los teóricos cognitivos. Los primeros opinan que las leyes básicas del aprendizaje son las mismas para los animales y los seres humanos; los psicólogos cognitivos, en cambio, plantean que el aprendizaje humano es cualitativamente distinto del aprendizaje animal.

También hay grandes diferencias en lo que respecta a la continuidad o discontinuidad del proceso de aprendizaje. La mayor parte de los conductistas piensan que el aprendizaje de conexiones es un proceso gradual y continuo y que el aprendizaje se establece con mayor fuerza cuanto más ensayos exitosos se realizan. Los psicólogos cognitivos, al menos en su gran mayoría, opinan que una cognición puede presentarse súbitamente en un momento determinado. Así, por ejemplo, el psicolingüista Karl Bühler define la “Experiencia del Ajá” como “Una experiencia placentera y peculiar que aparece en el curso del pensamiento, presentándose como un conocimiento repentino de una relación hasta entonces desconocida”.

Por último, los psicólogos conductistas y los psicólogos cognitivos difieren en lo que respecta al determinismo de la conducta. Mientras los conductistas opinan que nuestra conducta está causada por sucesos que se presentan en nuestro ambiente, los teóricos cognitivos creen en la libertad del hombre para elegir voluntariamente sus actos.

Fuente: Máster en Psicopedagogía Clínica (ITEAP).

Quique Rodríguez